YNTI ROJAS MENDOZA Y SU TERAPIA GESTALTICA (Denuncia ante el COPAO)

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RedUNE nos hacemos eco de la denuncia ante el Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucia Oriental.Por la mala praxis de la psicóloga Ynti Rojas Mendoza.

 
Introducción:
Somos padre y madre de dos hijas.
 
El contexto en el que hemos criado a nuestras dos únicas hijas no ha sido muy  diferente al de cualquier familia con padres que trabajan fuera de casa y compaginan las tareas y obligaciones que requiere la vida cotidiana normal.
 
Esta crianza y educación fue llevada a cabo por nosotros, sus padres, dado que la totalidad de la familia vive en distintos pueblos de la provincia de Cádiz. Sin  embargo, nunca hubo desconexión con abuelos, tíos, primos... porque cada puente,vacaciones, etc. sirvió como punto de encuentro con todos ellos.
Cuando llega 2020 ambas vivían fuera de casa desde hacía cinco años, en Málaga. 
En ese momento las dos cursan el último curso del grado superior de danza clásica. Paralelamente, una de ellas se había graduado en la Facultad de Periodismo y la otra melliza estaba pendiente de las prácticas en empresa y la entrega del TFG en la Facultad de Administración y Dirección de Empresas.
Compaginar ambas enseñanzas, las obligatorias y la artística, no fue nada fácil para ellas. De esa manera ,su padre y yo pusimos a su disposición toda la ayuda que podíamos prestarles.
Un mes antes del confinamiento ,14 de febrero de 2020, a  nuestra hija le diagnostican hepatitis aguda autolimitada en relación con síndrome mononuclésico. 
Esta enfermedad la mantuvo en reposo casi absoluto un mes antes de la pandemia.
 
 
Confinamiento:
 
En marzo de 2020 comienza el confinamiento. Lo pasamos en casa los cuatro.Como todo el mundo, aprendimos a teletrabajar y ellas recibían clases on line.
Realizaban las clases teóricas,una de ellas  estaba físicamente en   continuo cansancio y las  recomendaciones médicas le impedían participar en las clases prácticas como su hermana.
Nuestra hija comenzó a tener episodios de ansiedad y angustia. Le deprimía la lenta recuperación. Si un día se encontraba más fuerte se sentía feliz, pero luego volvía atrás anímicamente porque también volvía el cansancio, la tristeza. Le propuse que tomara sesiones online con una psicóloga que ya había tratado a su prima y que le había ayudado a gestionar los episodios parecidos a los de nuestra hija. Ella no quiso, pero sí pedimos cita con la médico de familia y su consejo fue que tomase valeriana o tila y que tuviese paciencia para la recuperación. En principio, no quería prescribirle medicación.
 
Seguía sin mejorar y al poco tiempo, nos comenta que su novio le ha recomendado que acuda a la consulta de la psicóloga de su madre porque a ella le había ido muy bien. Convence a mi hija y pide cita. A su padre y a mí esta decisión nos pareció bien y la apoyamos porque pensábamos que lo necesitaba, aunque las sesiones tenían un coste que nos parecía exagerado (110 euros) más los productos de herboristería que esta psicóloga le recomendaba para su pronta recuperación. Estos productos se vendían en la misma consulta.
 
COMIENZAN LAS CONSULTAS CON LA PSICÓLOGA:
 
En las primeras sesiones con la psicóloga, mi hija me dijo muy contenta: “mamá, dice la psicóloga que lo que tengo me lo cura en un mes”.
En las sesiones presenciales a la consulta, nuestra hija va provista de fotos de su niñez.
También hay sesiones online y comunicaciones por medio de correos electrónicos. Estos correos  se llevan a cabo entre la psicóloga y mi hija; y seguidamente se lo reenvía a su hermana.
Mi hija recibe de esta psicóloga, Ynti Rojas, un correo sobre la distimia o depresión sonriente, otro con el asunto “test clínico sobre la distimia”.
 
Estos correos son reenviados a su hermana, además de otro, con el asunto: “carta sin censura a mi hermana”.
Paralelamente, la colegiada le aconseja a nuestra hija la lectura del libro de autoayuda de Jorge Bucay y Silvia Salinas “Amarse con los ojos abiertos”.
Ni su padre ni yo la acompañábamos a la consulta. Según ella, no hacía falta. Siempre la acompañaba su novio o su hermana. 
 
A raíz de estas sesiones con la psicóloga se va produciendo un cambio de actitud no solo de ella , sino también de su hermana : ambas se muestran cada vez más hurañas, evitan estar en el mismo espacio que nosotros, estaban continuamente a la defensiva, nos dan malas contestaciones que no eran propias de ellas, no acuden a reuniones familiares en el pueblo como cada año...
 
Si le preguntábamos sobre las sesiones nos decía: “bien, trabajando...” y ahí quedaba todo.
En un intento de encontrar respuestas a lo que estaba ocurriendo, pedimos a nuestra hija el contacto de la psicóloga. Nos envían vía WhatsApp el contacto de una psicóloga y pensamos pedirle una cita.
 
COMIENZA EL DISTANCIAMIENTO FAMILIAR:
 

Esto no pudo ser, actualmente llevamos desde el día 24 de noviembre de 2020 sin contacto con ellas.

La tarde del 24 de noviembre de 2020 rompen todo contacto con nosotros, con familiares y amig@s. Salen de todos los grupos de WhatsApp, no contestan a los mensajes, ni al teléfono móvil, ni fijo. Esa noche telefoneo al novio de mi hija, me dice que han roto la relación en octubre y, al preguntarle por la psicóloga que su madre le recomendó a mi hija, me responde que su madre jamás había ido al psicólogo. Llamo al contacto de la psicóloga que mis hijas me pasaron y me confirma que no conoce a nuestra hija.

En nuestra desesperación, hablamos con el casero, dueño del piso de Málaga donde residían nuestras hijas desde hacía cinco años, y se persona en el piso. Nos dice que ellas no están, pero que, encima de la mesa del salón, hay unas cartas y unas llaves colocadas en orden. Estas llaves eran las de nuestra casa de Marbella y las del piso donde residen en ese momento.

Con el susto en el cuerpo le pedimos al casero que por favor nos lea la carta y en el primer párrafo tiene que parar. No podemos creer lo que está leyendo. Y él tampoco.Desesperados, salimos de Marbella y nos dirigimos al piso de estudiantes.

Al llegar  leemos esas cartas, una dirigida a su padre y otra a mí. Ambas cartas son idénticas. En ellas nos acusan de haber recibido maltratos y abusos sexuales desde el momento de su nacimiento hasta la actualidad (tienen 22 años en ese momento).

A la vez, nos amenazan diciendo que hay siete personas, que no conocemos, que también tienen la misma carta y que, si se ven en peligro porque sospechan que las buscamos, estas personas llevarán la carta a la policía y nos denunciarán. También nos dicen que no contactemos con su novio porque han roto la relación.

Previamente, los novios de nuestras hijas, difunden a las amistades comunes que ellas han roto la relación con ellos. Ambos, también son “pacientes” de esta psicóloga, Ynti Sonia Rojas Mendoza.

Acto seguido, temiendo por ellas y aterrados por el estado en el que puedan encontrarse nuestras hijas, mi marido y yo recogemos esas cartas y nos dirigimos a la Policía Nacional para denunciar la desaparición. Esto no podía estar pasando.

Una vez allí, facilitamos a la Policía los datos de nuestras hijas, las cartas de despedida, conversaciones de WhatsApp, datos bancarios (donde pudimos ver que ese día habían sacado todo el dinero de la cuenta que teníamos asociada para los traspasos mensuales).

Volvemos a casa y les remito un correo electrónico, agoté todas las vías de comunicación a las que podía acudir, pero no hubo respuesta alguna. Solo una, contundente y arrasadora: “ESTAMOS BIEN, NO QUEREMOS CONTACTO CON VOSOTROS”. Este fue el último mensaje que nos envió mi hija .

A los dos días de la denuncia por desaparición, la Policía Nacional se pone en contacto conmigo para comunicarnos que las han encontrado, que se han personado en comisaría y que ambas manifiestan su voluntad de no contactar con nosotros y que, como son mayores de edad, debemos respetar su decisión.

Van pasando los días, los peores de nuestras vidas, y vamos buscando respuestas como locos.

Posteriormente, hemos sabido que esta colegiada y otra paciente suya acompañaron a nuestras hijas ese día a comisaría. Incluso manifiesta a la policía que era normal que hubiésemos interpuesto una denuncia por desaparición para evitar ser señalados. Más tarde, la colegiada lo confirmará ante la Juez de Instrucción de Marbella.

El 27 de noviembre, tres días después de la desaparición de nuestras hijas, descubrimos por medio de los pagos bancarios a"Su gabinete natural", quién era la verdadera psicóloga de nuestra hija.

Busco el contacto en su web y llamo por teléfono a Ynti Sonia Rojas Mendoza.Como no me atiende al teléfono solicito una cita por WhatsApp. Es ella la que me devuelve la llamada.

En esa llamada le comento que somos un matrimonio y necesitamos una cita como pacientes por un conflicto familiar para recuperar la relación con nuestras hijas. Cuando le digo que soy la madre de una paciente suya y cito su nombre, me niega la cita a consulta, con la excusa de que por código deontológico no puede atenderme. Sin embargo, dice que no trata a mi hija  desde el 9 de octubre, fecha de su última visita al gabinete. También me dice que mi hija tenía concertada otra cita en octubre, pero que ya no acudió. Que ella la llamó por teléfono, pero no le contestó.

En nuestra conversación le hablo de la desaparición de mis hijas, de la denuncia a la policía y que, una vez localizadas, ellas no quieren contacto con sus padres. Me dice que, en consulta, nuestra hija en ningún momento mencionó a sus padres y que acudía con la intención de mejorar la relación con su hermana .

Repite varias veces que no sabe nada más. Que comprende mi dolor porque ella también es madre de dos niñas.

Le pido que si vuelve a tener contacto con ella que por favor le transmita que sus padres están muy preocupados. Ella contesta que sí y me dice que, en ocasiones, ha actuado de mediadora en otros conflictos familiares.

No quiere atendernos en su consulta y termina la conversación con la propuesta de derivarme a algún compañero si necesito ayuda.

Las dos veces que hablé con ella por teléfono me repitió lo mismo.En fin, pasamos dos meses como “pollos sin cabeza” tocando puertas para saber de ellas, para entender qué estaba ocurriendo...

Poco a poco ellas iban desconectando aún más su vínculo con nosotros: nos bloquearon en los teléfonos, las cuentas del banco  asociadas a las nuestras se desligaron. Ante la insistencia para contactar con ellas, nos bloquean por WhatsApp y no nos responden tampoco a los correos electrónicos...

Ni en la Facultad de  ni en el Conservatorio Superior de Málaga nos querían informar de si seguían asistiendo a clase o no. Nos decían que eran mayores de edad y debían ser ellas las que lo autorizasen.

Durante ese tiempo de búsqueda, podemos constatar que nuestras hijas estuvieron “escondidas” en un piso propiedad de una paciente de Ynti Rojas desde el día de su desaparición (24 de noviembre 2020) hasta enero donde son llevadas a Barcelona para residir en un piso propiedad de una tía del novio  (hoy día exnovio). Recalcar que tanto el novio como su madre en ese momento también son pacientes de la psicóloga Ynti Sonia Rojas Mendoza.

Esta psicóloga movilizó a sus pacientes para alejar a mis hijas de nosotros, de toda su familia, amistades y de la ciudad donde habían nacido y se habían criado.

Todas estas contundentes afirmaciones se basan en las declaraciones de la colegiada y sus pacientes ante el Juez de Instrucción de Marbella en las diligencias previas llevadas a cabo para culpabilizar a su padre y a mí de falsos actos deplorables como el maltrato físico y el abuso sexual en la infancia.

UN AÑO DESPUES:

Cuando se cumplió un año de la perdida de todo contacto con ellas, las localizamos. Volví a intentar contactar por correo electrónico y les comuniqué que, si ellas no se ponían en contacto con nosotros, solo para decirnos un “estamos bien”, algo, entenderíamos que necesitaban ayuda y que iríamos a buscarlas.

Al no obtener respuesta, el 17 de diciembre de 2021 tomamos un avión a Barcelona y llamamos a su puerta con la intención de ver en qué estado se encontraban. Ni abrieron la puerta ni nos respondieron. Acto seguido, nos fuimos de allí.

En su declaración ante la Juez de Instrucción, la colegiada afirma que aquella noche nuestras hijas se pusieron en contacto con ella porque estaban aterradas por nuestra presencia allí.

Al día siguiente, sábado 18 de diciembre de 2021, nos telefonea una abogada de Marbella que dice representar a nuestras hijas. Nos advierte que, si no renunciamos a verlas, nos denunciarán. Le contesto que, como madre y padre nuestra única intención, después de un año sin saber de ellas, es saber en qué estado se encuentran, si están trabajando, si están siendo atendidas... La abogada nos responde que no puede darnos esa información, solo que ellas no quieren contacto con nosotros ni con nuestro dinero. Hasta ese momento, les pasábamos una mensualidad temiendo que pasaran necesidad.

El domingo 19 de diciembre de 2021 volvemos a Marbella.

El día 22 de diciembre de 2021 nuestras hijas toman un vuelo de Barcelona a Málaga y se personan en la comisaría de la Policía Nacional de Marbella (UFAM) para interponer una denuncia por maltrato y abusos a su padre y a mí, solicitando, además, orden de alejamiento. En esta ocasión también son acompañadas por la colegiada Ynti Sonia Rojas Mendoza.

En esa denuncia, además de la carta, se anexa un documento que narra una ampliación de maltratos y abusos recibidos por parte de otros familiares . Además, incluía informes de urgencias de centros de salud a los que ambas acudían en momentos de extrema ansiedad. También informes médicos de asociaciones como AGI y por último el de la psicóloga que nos ocupa esta denuncia, Ynti Sonia Rojas Mendoza, la cual sigue durante todo este proceso acompañando “emocionalmente” a nuestras hijas.

A raíz de la denuncia, el 18 de enero de 2022, mi marido y yo fuimos citados por la Policía Nacional para prestar declaración ante la UFAM. A partir de ese momento quedamos en calidad de investigados no detenidos.

Más tarde, tuvimos oportunidad de declarar ante la Jueza de Instrucción del Juzgado de Marbella en las diligencias previas de caso.

Se trasluce la manipulación psicológica ejercida por la psicóloga a sus pacientes:

Finalmente, el 12 de junio de 2024, el juez instructor acuerda el sobreseimiento provisional del caso, entendiendo que no queda justificada la perpetración de delito por nuestra parte. Se basa, fundamentalmente, en el informe médico forense practicado, a petición del Fiscal, en el Instituto de Medicina Legal de Cataluña. 
 

JAMÁS hubo signos de enfermedad mental en la personalidad de nuestras hijas. Ninguno percibido por nosotros ni por el resto de nuestra familia, pero tampoco desde la escuela en ninguna de las etapas desde infantil hasta la universidad, ni en el Conservatorio, ni en sus relaciones sociales con amigos.

Esta psicóloga, lejos de curar la ansiedad fruto de la mononucleosis de mi hija y del maldito confinamiento que tantos estragos ha causado en nuestra sociedad, consideramos que ha enfermado a nuestras hijas hasta el punto de que expertos independientes y ajenos a nuestras vidas han podido corroborar y acreditar por medio del informe médico forense.

El sobreseimiento y archivo provisional es recurrido por la abogada de nuestras hijas dos veces. Ambos recursos han sido desestimados.
 
El 17 de septiembre de 2024 se resuelve a nuestro favor el recurso de reforma y en octubre de 2024 la Audiencia Provincial de Málaga resuelve el recurso de apelación quedando este sobreseído y archivado definitivamente. Contra esa resolución ya no cabe recurso alguno.
 
Esto es lo que hemos vivido, estos son los hechos y ahora nos dirigimos a este ilustre COPAO para denunciar a la colegiada Ynti Sonia Rojas Mendoza.
 

DENUNCIAMOS que:

Nuestra hija  acude a la consulta de la colegiada Ynti Sonia Rojas Mendoza con episodios de ansiedad y angustia derivados de su enfermedad (mononucleosis más el confinamiento por la COVID). Ante esta situación de vulnerabilidad, y en las primeras sesiones, mi hija llega a casa diciéndome que la psicóloga le dijo que lo que ella tenía, se lo curaba en un mes.
 
Esta psicóloga creó falsas expectativas sobre su recuperación.
 
Poco a poco, captó a su hermana  y alimentó en ellas la dependencia y apego hacia la colegiada. Aún permanece esta relación.
 
Esta colegiada, es una de las participantes en la narración de relatos de supervivencia infantil publicado en el libro que edita la Asociación Con.Ciencia con la colaboración de EDUCACIÓN 3.0
 
Su relato se titula “Madre”, y es donde afirma haber sido violada sexualmente, físicamente, emocionalmente y destaca “no hay forma de maltrato que no hayas infligido sobre mí” refiriéndose a su propia madre (pág.127).
 
No puedo evitar pensar en la proyección de sus propios traumas y sufrimientos en la vida de mis hijas.
 
Esta colegiada fomentó el aislamiento de mis hijas con todos sus seres queridos y su medio provocando que rompiesen el contacto con todos sus familiares, amistades y con el lugar donde nacieron y se criaron.
 
Para lograrlo, esta colegiada se ha implicado personalmente y ha movilizado a otros pacientes suyos para que participen poniendo los medios necesarios para el alejamiento y pérdida de contacto de nuestras hijas con todos sus familiares y su medio.
 
De esta manera, una paciente suya prestó su piso en Marbella. Es ahí donde permanecieron “escondidas” desde el 24 de noviembre de 2020 hasta el 4 de enero de 2021. Seguidamente, otra paciente suya conseguía involucrar a su propia hermana para que cediese por un tiempo su piso de Barcelona, lugar donde nuestras hijas permanecieron “escondidas” durante un año.
 
Durante este tiempo, la psicóloga estuvo para todo, 24/7, traspasó su papel profesional y lo pasó al plano personal implicando a sus pacientes.
 
Lejos de curar por medio de su “acompañamiento emocional”, o las terapias que publicita y pone en práctica en su consulta, (psicología transpersonal, sanando al niño interior, ... ver anexos) esta colegiada consideramos que ha enfermado a nuestras hijas. Así lo constata el examen médico forense realizado por el Instituto de Medicina Legal de Cataluña a petición del Fiscal .
 
 
JAMÁS a lo largo de la vida de nuestras hijas, en ninguno de los ámbitos de su crianza hubo signos de enfermedad mental. No se percibió a nivel familiar, ni de amistades, ni escolar ni en el conservatorio el mínimo signo de maltrato ni abuso. Esto lo corroboran y afirman en las declaraciones ante el juez de instrucción sus profesores de Primaria, Secundaria y del Conservatorio.
 
Ante el COPAO citamos los articulos del Código Deontológico que incumple Ynti Sonia Rojas Mendoza en su práctica.
 
Artículo 18º: “Sin perjuicio de la legítima diversidad de teorías, escuelas ymétodos, el/la Psicólogo/a no utilizará medios o procedimientos que no se hallen suficientemente contrastados, dentro de los límites del conocimiento científico vigente. En el caso de investigaciones para poner a prueba técnicas o instrumentos nuevos, todavía no contrastados, lo hará saber así a sus clientes antes de su utilización”.
 
Artículo 21º: “El ejercicio de la psicología no deberá ser mezclado, ni en la práctica, ni en su presentación pública, con otros procedimientos y prácticas ajenos al fundamento científico de la psicología, cuando tal prohibición esté prevista legalmente.”
 
III DE LA INTERVENCIÓN
 
Artículo 25º: Al hacerse cargo de una intervención sobre personas, grupos, instituciones o comunidades, el/la Psicólogo/a ofrecerá la información adecuada sobre las características esenciales de la relación establecida, los problemas que  está abordando, los objetivos que se propone y el método utilizado.
 
En cualquier caso, se evitará la manipulación de las personas y se tenderá hacia el logro de su desarrollo y autonomía.
 
Artículo 29º: Del mismo modo, no se prestará a situaciones confusas en las que su papel y función sean equívocos o ambiguos.
 
Artículo 32º: El/la Psicólogo/a debe tener especial cuidado en no crear falsas expectativas que después sea incapaz de satisfacer profesionalmente.
 
El Código Deontólogico está destinado a servir como pauta de conducta profesional en el ejercicio de la Psicología en cualquiera de sus modalidades.La Comisión de Ética y Deontología del COPAO, tienen la responsabilidad institucional, ética y profesional de proteger a la ciudadanía de personas como la denunciada Ynti Sonia Rojas Mendoza.
 
Durante estos años, para poder sobrellevar esta situación SÍ hemos recibido la ayuda psicológica y asesoramiento de dos profesionales en la psicología sanitaria y social. Paralelamente, somos miembros de RedUNE (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad) donde recibimos el apoyo y asesoramiento de profesionales de distintos ámbitos, entre ellos psicólogos con una larga trayectoria profesional.
 

En un principio se presenta “Su gabinete natural” como un centro de bienestar,salud integral  y terapias alternativas que van desde un enfoque natural de una nueva bio psicología,nutrición ortomolecular,hidroterapia de colon,enegrama,reiki… donde también se despachan productos de herboristería.

A lo largo de este tiempo, la colegiada Ynti Sonia Rojas Mendoza, ha ido modificando la oferta de pseudoterapias en su web https://sugabinetenatural.com/ a la vez que va cambiando el nombre de las mismas.
 
Desaparecen ofertas como la psicología transpersonal y aparecen nuevas ofertas como Sanando al niño interior, psicoterapia emocional, comunicación emocional, counseling, entre otras, ...
 
Todas estas prácticas relacionadas con la terapia Gestalt carecen de fundamento científico y están consideradas como pseudocientíficas por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
 
Además, forma parte del listado de pseudoterapias de las que alerta el Observatorio de la OMC contra las Pseudoterapias, Pseudociencias, Intrusismo y Sectas Sanitarias (OPPISS) https://www.cgcom.es/observatorios/oppiss) en su sección "Técnicas de la mente y el cuerpo", donde, además, se subraya su alto riesgo sectario y su constatada capacidad de inducir falsos recuerdos.
 
Queremos  destacar una sentencia que es un precedente histórico en nuestro país. El pasado 19 de febrero de 2025 la Justicia reconoce la falta de evidencia científica de la terapia Gestalt y sus potenciales peligros para la salud pública.
 
Así lo asume la Juez de Instrucción número 61 de Madrid cuando sentencia que la terapia Gestalt "altera la personalidad del paciente" y deja a la persona "a merced del psicoterapeuta”
Se vinculan las terapias Gestalt a "retiros en los que se proponen actividades que invitan a la ‘sanación integral’, ‘aumentar la vibración’, ‘descubrir el niño interior’ o ‘recargarse energéticamente’, y que pueden "acabar en la captación de personas".
 

Desgraciadamente, somos conscientes de que la denuncia al Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucia Oriental  no va a devolvernos lo que más queremos en este mundo, nuestras hijas.

Pero, sentimos la necesidad y la responsabilidad de poner en su conocimiento  del COPAO y de RedUNE nuestras vivencias, con la finalidad de que NINGUNA persona más pueda ser dañada mentalmente por la mala praxis, o por el propio trauma no solucionado o por la maldad personal de la colegiada que nos ocupa.
 

Estos son los instrumentos que se nos ofrece y a los que recurrimos para hacerles participes de lo vivido, ahora que ya hemos podido entender y dar forma a nuestra experiencia.

También hemos apelado a la condición de padre o madre de los responsables del COPAO para que puedan comprender la angustia y el dolor pasado en estos cuatro años. Además, seguimos con la ausencia y el no saber y el no poder encontrarnos con ellas.
 
Como padre y madre les hemos pedido que actúen en consecuencia en pro de una psicología que ayude a gestionar los problemas o enfermedades mentales, una psicología ética y basada en la ciencia porque a nuestra familia nos ha destrozado la vida.
 

Damos las gracia a RedUNE y, en especial, a Juantxo Dominguez por su apoyo y difusión en este espacio.

 
 
NOTA DE LA REDACCIÓN:
Tenemos conocimiento que  pueden existir más victimas del proceder de esta psicóloga. Desde RedUNE falicitamos el siguiente correo confidencial para quien quiera comunicarse con nosotros.
redunecontacto@gmail.com

 

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