Cuando una sonrisa es una trampa .
El fenómeno de las sectas afecta a personas de toda condición social y cultural, pero tiene una incidencia significativa entre la gente joven ; precisamente porque es inherente a la condición de joven el hallarse en pleno proceso de sociabilización, de inserción social o profesional y de conformación de la personalidad.
Pero siendo éste uno de los posibles enfoques del problema, no es el más importante. Lo fundamental es preguntarse como es posible que instituciones tan lesivas para las personas puedan conseguir crear adeptos. Las sectas son, además, unas instituciones que nos avisan de que graves problemas sociales estan sucediendo; son un efecto, más que una causa en sí misma.
Es por esta razón que no hay recetas fáciles que consigan resultados a corto plazo. Cualquier intento de ser eficaces contra las sectas pasa por planteamientos a largo plazo que esta misma sociedad rechaza , imbuida por la velocidad de vértigo con la que se quiere imprimir a todos y cada uno de nosotros . Uno de los pocos instrumentos realmente útiles para combatir este fenómeno son las asociaciones : juveniles, infantiles, vecinales, culturales, deportivas, etc. Estas entidades vinculadas al territorio , al entorno social y cultural, son capaces de aportar a sus partícipes (voluntarios) un sistema de valores , conductas y actitudes que las convierten en proyectos de prevención inespecífica ante los peligros de las sectas .
Este libro que tienes en las manos, querido lectora/ a , pretende ser una aportación humilde, pero positiva y valiente , para que los formadores de formadores sean conscientes del enorme potencial educativo y cívico que tienen las pequeñas o grandes asociaciones, para hacer de esta sociedad algo más que un grupo de individuos ; conseguir unos niveles de civilidad y participación que permitan el desarrollo de valores solidarios que apunten a la felicidad individual y colectiva .