CURSOS GENIUS MANIPULACIÓN Y ESTAFA

Hace unas semanas atrás me paró una chica por la calle para mostrarme su producto, era una conferencia gratuita llamada ‘’Genio en 21 días’’. Yo, como no tenía prisa, la escuché.

Bien, para convencerme de ir a la conferencia/charla me hizo una demostración de lo que podía conseguir con el curso (el producto que ofrecía).

Me dijo que le dijese un número de 20 dígitos (los que yo quisiera) mientras los apuntaba en un papel. Luego me pregunto que cuánto tiempo tardaría en memorizar dicho dígito y si sería capaz de recordarlo por varios días.

Le respondí que en torno a cinco minutos (exagerando) y que quizás lo recordaría por algunos días. Pues bien, ella me pidió que cronometrase cuánto tiempo tardaba en memorizarlo, lo hice y, en cuarenta y cinco segundos ya se lo sabía de arriba a abajo.

Obviamente me quedé sorprendido y me dijo que eso también lo podría conseguir yo con el curso y que el haberlo hecho le había cambiado su vida y que ahora se lo recomendaba a todo el mundo. Le pregunté por el precio del curso y no me lo quiso decir, se inventó una excusa y se zafó rápidamente de la cuestión.

Finalmente, después de un rato de conversa, accedí a asistir a la reunión/charla/conferencia que se celebraba esa misma tarde, ya que no perdía nada por asistir.

Fui con mi madre. Buscando la dirección, nos percatamos de un par de chicos y chicas que nos miraban a lo lejos y nos hacían señales de que fuéramos hacia ellos. Nos acercamos y todos nos recibieron muy amablemente, como si nos conocieran de toda la vida. Todos se nos acercaban y querían saber acerca de nosotros. Era una situación un tanto incómoda.

Llegados a este punto, nos metieron en una sala en donde se daría paso a la conferencia.  Antes de eso, nos repartieron a cada uno de los asistentes un montón de hojas (tipo cuadernillo) en donde salían las opiniones de gente que supuestamente había hecho el curso y, por supuesto, todas eran buenas.

El conferenciante era una de las personas que previamente nos estuvo preguntando cosas, bueno, de hecho, más adelante aparecerán en escena todos nuestros simpatiquísimos amigos.

Lo primero que hizo es darnos una breve teoría de cómo funciona la memoria, resumido en dos puntos:

1. La memoria es asociativa

2. Nos acordamos más fácil de aquello que nos hace sentir.

Para poner esto de manifiesto, nos dijo que apuntásemos una serie de palabras que él nos iba diciendo y, luego nos preguntó que quien se las sabía de memoria en el orden que él las había dictado. Nadie acertó.

Al ver que todo iba según lo planeado, procedió a contar una historieta que contenían estas palabras, basándose en los principios antes mencionados (‘’la memoria es asociativa’’, ‘’nos acordamos más fácil de aquello que nos hace sentir’’).

Iba contando la historieta mientras nosotros permanecíamos con los ojos cerrados y, conforme llegaba a la palabra que teníamos que memorizar, la repetía dos veces, dándole así énfasis.

Voilà! Todo el mundo ya era capaz de acordarse de las palabras.

Más tarde, llamó a tres personas (los simpatiquísimos amigos de antes) y el mago procedió a hacer su segunda actuación.

En esta ocasión, los tres ayudantes tenían que memorizar con los ojos cerrados una serie de palabras que cada uno de nosotros (los asistentes) les íbamos diciendo, pero, para aumentar la dificultad, estas palabras iban asociadas a un número que, contradecía una de las tesis (‘’la memoria es asociativa’’): en este caso no tenía ningún sentido asociar un número a una palabra.

Después de esto, se les preguntaba a los ayudantes cuál palabra estaba asociada a un determinado número y viceversa. Todos estábamos atónitos (incluido yo). No obstante, he de decir que durante toda la conferencia me mantuve en estado de vigilia y muy distante con lo que sucedía porque ya me olía por donde iba la cosa.

Despedimos con un fuerte aplauso a los ayudantes y el show continuó. Ahora era el turno de dar paso a otro de los conferenciantes. Éste era un genio de los números (literalmente), le dijimos como 50 dígitos y se lo sabía de arriba a abajo e, inclusive, le preguntamos que había detrás o delante de un número en una determinada fila y se lo sabía. Llegados aquí, el grado de asombro era tal que, cualquier cosa que les dijeras a los asistentes se lo creerían sin rechistar.

Ya por último, por si no era suficiente, dieron paso a una chica que sabía de memoria una revista de unas treinta páginas y, para que no creamos que lleva años memorizándola o algo por el estilo, la revista era del día anterior.

Todo lo mencionado fue solo la charla que duró como dos horas y media. Ahora venía lo peor, la última media hora. Este último tramo del show, se dedicó básicamente a ‘’comernos la cabeza’’. Se nos decía que no íbamos a ser nadie si no cogíamos el curso y que no vale el postergar las cosas, que era ahora o nunca, sino luego nos arrepentiríamos y nos preguntaríamos de aquí a unos años de qué hubiera sido de nuestra vida si hubiéramos cogido el curso, etc.

El grado de asombro era tan alto y el estado de vigilia de la gente era tan bajo, que la gran mayoría cayó y finalmente se apuntó al curso.

Entonces, ¿qué tan malo es el curso si todo lo que me has dicho hasta ahora es bueno?

En dos palabras: el precio (1800 euros). Bueno, eso y el timo que era el curso en sí. El curso duraba como 80 horas y los primeros tres días eran vitales según ellos. Tenías que asistir casi todo el día los tres primeros días del curso. ¡Así yo también me hago un genio! La cuestión está en que nosotros no hacemos estos ejercicios (de memoria o lo que fuere) por nuestra cuenta, en cambio, al apuntarte al curso y pagar ese pastizal, por narices que le sacarías provecho y tendrías que ‘’aprender’’.

Para mí, esto no vale 1800 euros, un curso que se basa en cuatro cosas básicas de teoría de PNL (programación neurolingüística), psicología y técnicas de estudio y de memorización. Esto lo puedo encontrar por internet y gratis.

Además el ambiente sectario de ese curso no me gustó y tampoco que durara tanto… tres horas ahí sentado, escuchando a unos personajes… al final te acaban convenciendo. Pero conmigo no funcionó.

Al final mi madre y yo nos fuimos y todos los demás se quedaron y se apuntaron al curso... y ya no nos despidieron tan amablemente, de hecho, ni acdiós nos dijeron.

EMOCIONES MANIPULADAS POR EL CURSO GENIUS.pdf 

TESTIMONIO (Audio):Genio en 21 días-.mp3 

 

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