FER BROCA Y IVETTE MÉNDEZ :DUO DE MANIPULADORES
08.03.2025 10:50
Quiero compartir mi experiencia con Fer Broca, quien se presentó como un maestro espiritual, pero cuyo comportamiento y métodos de enseñanza terminaron generando en mí confusión, manipulación emocional y un impacto económico considerable.
Quiero compartir mi experiencia con Fer Broca, quien se presentó como un maestro espiritual, pero cuyo comportamiento y métodos de enseñanza terminaron generando en mí confusión, manipulación emocional y un impacto económico considerable.
Mi contacto con Fer Broca
La primera vez que escuché su nombre fue en el Podcast “De todo un mucho” conducido por Yordi Rosado y Martha Higareda. Luego lo busqué en YouTube, Instagram y Facebook. Tenía poco tiempo que el supuesto Chamán había hecho también su propio Podcast. Después de escuchar varios episodios antes llamado “A través de los ojos del vidente”, decidí contactar a su asistente en Madrid, Ivette Méndez Mateos, para recibir información sobre sus clases en línea, en particular sobre el curso “Mente Creadora”. A partir de ese momento, empecé a consumir con regularidad su contenido y a participar en sus programas.
Tomé aproximadamente 20 cursos en línea, cada uno con un costo promedio de 150 €, y asistí a ocho retiros presenciales: seis en Madrid, con un costo aproximado de 280 € cada uno, y dos en México, con un costo de 880 € cada uno. En total, invertí alrededor de 5,600 € en cursos y retiros sin recibir ningún comprobante de pago o factura.
Por medio del curso “Mente Creadora”, donde él mismo estaba como contacto abierto entre los participantes, tuve acceso a conectar directamente con él. Nuestros mensajes eran cortos y esporádicos; yo buscaba su amistad y aceptación, mientras que él alternaba entre ser afectuoso y completamente indiferente.
En varias ocasiones, durante sus transmisiones en vivo por Instagram, mencionaba algunos de los nombres de las participantes. Esto nos hacia sentir especiales e ilusionadas, pues creíamos que teníamos una conexión especial y muy personal con él más allá de la relación maestro-alumna.
La influencia de Fer Broca y el impacto en mi vida
Durante mi tiempo como alumna, conocí a muchas personas dentro de la comunidad de Fer Broca, pero una de las relaciones más significativas fue con una compañera, a quien conocí en uno de tantos retiros.
Ambas sentíamos una admiración casi fanática por Fer Broca, algo que en ese momento nos parecía completamente natural. Con el tiempo, entendí que esa fascinación no era casualidad, sino parte de su forma de manipulación.
Fer Broca tenía diferentes maneras de enganchar a las personas dentro de su circulo cercano, por medio de mensajes personalizados y menciones en público. Fer Broca no sólo mantenía una imagen de líder espiritual intachable, sino que también establecía vínculos personales y sentimentales con sus alumnas sin que la mayoría de nosotras lo supiera.
Solía escribirme con regularidad, preguntándome por mi bienestar y el de mi familia. Su discurso estaba envuelto en una imagen de ser “de luz”, alguien con conexión directa con los ángeles y arcángeles, y con la capacidad de ver el futuro de las personas. Como muchos de sus alumn@s, yo confiaba plenamente en esa supuesta capacidad.
A partir de ese momento me entregue totalmente a la comunidad, como otras compañeras, convencida de que formaba parte de algo muy especial y que mi trabajo tenia su propósito.

La influencia de Ivette Méndez Mateos y el uso de información privada.
Fer Broca recomendaba insistentemente a su amiga y asistente, Ivette Méndez Mateos, como terapeuta para aquellos que necesitaran apoyo emocional. Según él, el “despertar” que sus enseñanzas provocaban en los alumnos podía remover heridas y generar crisis internas, por lo que recomendaba acudir a Ivette para acompañamiento,con su programa de biodescodificación.
Durante las sesiones, le compartí información muy personal sobre mi pasado, mis inseguridades, traumas y miedos. En ese momento, creía que estaba en manos de una terapeuta profesional que tenía la intención de ayudarme. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que ella le proporcionaba información a Fer Broca sobre los alumnos, lo que le permitía tener detalles específicos de nuestras vidas, mismos que luego usaba para reforzar su imagen de vidente o guía espiritual.
He sido testigo de cómo él le preguntaba sobre otras personas, bajo la apariencia de una conversación trivial o incluso como si fuera simple curiosidad. Ivette, sin darse cuenta o sin medir las implicaciones de lo que decía, compartía información sobre la vida de los alumnos. Fer Broca parecía “saber cosas” que yo nunca le había contado. Sus supuestas habilidades para leer el futuro o recibir mensajes de seres espirituales no eran más que el resultado de información que obtenía de manera indirecta a través de Ivette.
De terapeuta a confidente.
Ivette comenzó a escribirnos con mayor frecuencia. Solía preguntarnos sobre nuestros avances en terapia y también sobre la vida personal. La relación nos cambio a muchas de ser únicamente terapeuta-paciente y se convirtió en una especie de amistad.
También empezó a ofrecerme productos, clases y actividades de su autoría, siempre mencionando que Fer Broca la apoyaba y que él mismo era su cliente. Nos decía que él también iba a terapia con ella, como una forma de validar su trabajo.
Cada vez que Fer Broca organizaba un retiro, Ivette programaba sesiones de constelaciones familiares dirigidas por él, una terapia alternativa que supuestamente ayuda a sanar traumas del pasado. Estas sesiones duraban aproximadamente tres horas y se cobraban en efectivo y sin factura.
Uno de los temas recurrentes en las constelaciones y en las enseñanzas de Fer Broca era el dinero. Se hablaba de la abundancia como algo que debía fluir, pero que muchas veces las personas bloqueaban por no saber recibir. En cada sesión sentía que me acercaba un poco más a esa supuesta abundancia, pero luego parecía que retrocedía. Se convertía en un ciclo sin fin en el que nunca alcanzaba el estado de prosperidad que se suponía que debía lograr.
Nos preguntaba:¿Que tan mejor o cerca estás de la abundancia?
Esa frase me desconcertó y me hizo sentir que no era merecedora de asistir. Lo que en teoría era un viaje espiritual parecía depender de si demostraba tener suficiente dinero o no. Fue uno de los primeros momentos en los que empecé a cuestionar la sinceridad de su enseñanza.
El verdadero carácter de Fer Broca
A medida que convivía más con Fer Broca, comencé a notar que la imagen que proyectaba en público no coincidía con su verdadero carácter. Detrás de cámaras, su temperamento era completamente diferente. Tenía muy mal humor, se irritaba con facilidad y en varias ocasiones regañaba a Ivette de manera agresiva y grosera cuando ella no hacía las cosas como él las había imaginado.
También hablaba mal de algunos alumnos y personas de su entorno, criticando su personalidad o quejándose de ellos. Me llamó la atención que le molestara tanta gente y que, a pesar de que en sus enseñanzas hablaba de empatía y amor incondicional, en la vida real no tenía paciencia para escuchar a las personas. Siempre exigía que se le contara todo de manera rápida y precisa porque le molestaba escuchar explicaciones largas.
Otra situación que me parecía contradictoria era su comportamiento después de los retiros. Durante tres días hablaba de iluminación, desapego y evolución espiritual, pero al terminar, en lugar de compartir con los alumnos o cerrar con alguna reflexión nos dejaba. Yo me preguntaba si su “don” desaparecía en esos momentos, porque no parecía tener nada de la sabiduría espiritual que predicaba.
Las relaciones cercanas al maestro.
Ivette y Fer Broca sabían bien como manipularnos. Algunas alumnas tenian una cierta cercanía con el maestro, lo cual generaba cierta distinción entre alumnos.
Con el tiempo, era evidente que había una relación especial entre Fer Broca y varias alumnas cercanas. Aunque nunca hablaba abiertamente sobre el amor libre o la poligamia, su comportamiento y la cercanía con algunas mujeres hacían que dentro del grupo existieran sospechas. Sin embargo, todos descartábamos la posibilidad de que hubiera algo más, ya que él era un maestro espiritual casado y su imagen pública estaba construida sobre valores de integridad y ética.
Por mi parte, en el transcurso del tiempo, sentía la necesidad de compartir todo lo que aprendía con Fer Broca. Creía firmemente en su conocimiento y quería que mis familiares y amigos también tuvieran acceso a sus enseñanzas. Lo recomendaba a cualquier persona que conociera, especialmente mujeres.
A medida que me involucraba más, conecté con el equipo de México, en particular con sus asistentes, un dúo de madre e hija. Comencé a interactuar con otras compañeras de México y Estados Unidos.
Fue ahí donde me di cuenta de algo importante: todas ellas se sentían igual que yo.
También creían que eran “elegidas” y especiales para Fer Broca. Me sorprendió descubrir que él también les enviaba mensajes de vez en cuando y las mencionaba en los lives de Instagram, tal como lo hacía conmigo.Estas situaciones me comenzaron alertar.
Cambiarlo por esto Invite a una amiga asistir a uno de los retiros, para comprobar por sí misma lo que yo le he relatado. Antes del retiro, la convencí de que participara en una de las clases en línea, un curso de “La Paz” y otro llamado "Sanando el Árbol Familiar", Ambos cursos se convertían en fuente constante para Ivette , ya que Fer Broca la recomendaba como terapeuta para profundizar en los bloqueos energéticos relacionados con los ancestros, entre otros.
Mi ruptura y desilusión.
Me he sentido totalmente vacía y sin rumbo durante bastante tiempo. Todo en lo que había confiado era mentira, una falsedad manipulada a imagen y semejanza de Fer Broca y su aliada Ivette. Ante mis ojos se desmoronaba una ilusión.
A pesar de que ya tenía pruebas de que todo era una farsa, seguí observando y buscando más señales. En un retiro, Fer Broca convenció a varias alumnas, incluyéndome a mí, de que teníamos un don especial a través de él y que podía activarlo para formar parte de su “ejército de sanadores”. Para ello, debíamos comprometernos a múltiples retiros y cursos. Antes siquiera de que iniciara el supuesto entrenamiento, ya enviaban mensajes con descuentos para apartar lugar en los siguientes retiros, dejando claro que el objetivo era seguir captando dinero.
Dentro de esta estructura, Ivette Méndez Mateos formada por Enric Corberá en Bioneuroemoción ,se hace llamar “Mujer Medicina" y fue asignada como instructora en Madrid, reclutando personas y convenciéndolas de que también podían despertar su don a través de Fer Broca. Era un sistema bien orquestado para generar dependencia y asegurar un flujo constante de seguidores que creían estar en un camino de sanación, cuando en realidad solo estaban siendo explotados emocional y económicamente.
Después de este retiro de “sanadores” y un curso en Madrid en el otoño de 2024, finalmente decidí salir de esta mentira. Mi ausencia en la comunidad no pasó desapercibida. Fer Broca e Ivette adoptaron una actitud pasivo-agresiva, enviándome mensajes que, en lugar de preocuparse por mi bienestar, solo lograban hacerme sentir angustiada e insegura.
Fue entonces cuando supe que lo mejor era romper todo contacto. Había recuperado mi libertad.
Pasaron varios meses hasta que logré salir de esa angustia. Pensé que él iba a maldecirme o seguir controlando mi vida de alguna forma, desde lejos. Durante ese tiempo, comencé a recibir terapia para superar los ataques de ansiedad, que especialmente por las noches sufría. Me costó mucho abrirme con algunas compañeras de la comunidad, pero cuando lo intenté, no me creyeron. Probablemente fueron a contarle a Fer Broca sobre lo que les había dicho, como si me hubieran juzgado en lugar de ayudarme.
Agradezco este espacio a RedUNE que me apoya con mi testimonio, para que se haga justicia con todas las personas que han caído en manos de un impostor como Fer Broca.
Hoy entiendo que fui víctima de manipulación, abuso psicológico y una estructura de poder diseñada para someter a quienes confiamos en la figura de un “maestro espiritual”. Lo que viví no fue un proceso de crecimiento ni de sanación, sino un esquema de control y adoctrinamiento disfrazado de enseñanza.
Me tomó tiempo salir de ese círculo y darme cuenta de lo que realmente sucedía. El miedo, la culpa y la vergüenza me hicieron dudar de mí misma, pero hoy sé que no fui la única y que este patrón de abuso ha afectado a muchas más personas.