PARA SALIR DE LAS GARRAS DE UNA SECTA...
Desde que escribí mis relatos con la “comunidad” osho, han sido muchas las personas que me han contactado pidiéndome consejo sobre cómo ayudar a una pareja, hijo o amigo a salir del círculo osho o de las sectas en general.
Cuando escribí los relatos no tenía por intención hacer un listado de cosas, quería contar lo importante en detalle, pero, dado que ya son unas cuantas personas que me piden que me pronuncie sobre lo que considero que puede ayudar a alguien a salir de una secta o de dinámicas sectarias como lo son las comunidades de osho, entre muchísimas otras, pues voy a escribir lo que yo pienso.
Es una cuestión muy difícil: cómo salir de una secta? Es una cuestión difícil porque depende de muchas cosas.
Depende la edad que uno tenga, la experiencia de vida, el grado de sensibilidad, susceptibilidad, inteligencia y muchísimos otros factores psicológicos e incluso físicos.
Si estuviese hablando de un joven de 25 años, sin cargas familiares, con mucha sensibilidad, bondad e ingenuidad, pues, en el caso de comunidades sectarias como la de Osho, el tema estaría muy crudo.
Por qué? Porque a esa edad, teniendo en cuenta las “enseñanzas” impartidas son extremadamente atractivas, ofrecen “liberación, despertar, iluminación, sanción, trascendencia, sexualidad sagrada, desprogramacion y vete tú a saber qué más” todo presentado en un paquete muy bien envuelto, demasiado bien envuelto como para resistirse.
A mayor vulnerabilidad más difícil se vuelve salir de ahí, porque las sectas ofrecen sentido de pertenencia a cambio de dinero y sobretodo de dejar el sentido crítico junto con los zapatos a la entrada.
Dependerá también del tiempo que la persona lleva expuesta a lavado de cerebro intensivo, así como dependerá también si tiene o no hijos. A veces los hijos y el sentido instintivo por parte del padre y la madre de cuidarlos, hace imposible que estos abandonen todo lazo con la realidad.
Dependerá de muchísimas cosas. Es la complejidad de la vida, que es algo que choca diametralmente con las reglas de vida simplificadas hasta el extremo de todo fenómeno sectario.
Hay que entender que a una persona querida en una secta no la podremos convencer de que se confunde, ¡muy probablemente sea ella la que se encuentre intentando convencernos a nosotros de entrar en su secta!
Cuantas más charlas, conversaciones y sermones, más alejaremos a la persona y más se refugiará en el falso espíritu de grupo imperante en todo colectivo sectario. Se alejará diciendo que no la entendemos, que lo que ella siente estando allí es especial (que puede que lo sea, pero que está siendo manipulada a creer que el estado de consciencia expandido es por las enseñanzas impartidas, cuando son fenómenos que nada tienen que ver), que somos inconscientes y no entendemos nada, no como los seres que están en esos grupos…
Siento no ser entusiasta, pero, francamente, no creo que se pueda hacer muchísimo por alguien que está metido hasta las trancas en una secta.
Yo diría que invitarle a hacer principalmente actividades físicas juntos, no intelectuales, amar a esa persona, demostrarle indirectamente que somos seres reflexivos y que no necesitamos estar en secta alguna para darnos cuenta de las cosas y que no ha sido osho o el gurú de turno que ha descubierto el condicionamiento mediante la educación.
Pero como digo, nada de esto debe ser directo, no creo que sirva de nada, solo para que la persona se cierre y aleje aún más.
A mí me ayudó el hecho de haber atravesado todo en pareja, porque fueron no cientos, sino miles de horas las que nos pasamos hablando y poco a poco dándonos cuenta de aquello que no casaba entre el discurso y la realidad de las acciones.
Quizás existan profesionales con grandes consejos y profesionalidad para ayudar a la persona a salir de una secta, pero , pensándolo, yo no hubiese hecho caso a nadie.
Me sentía muy solo y muy perdido y en esos momentos nadie hubiese podido hacer nada por mí realmente.
Ayudará eventualmente el no ayudar económicamente a las personas que caen en una secta, porque ahí reside una oportunidad de poder salir, a través de los instintos básicos de supervivencia.
Me explico: a medida que la persona entre más y más en la mentalidad sectaria gastará más y más dinero y tiempo en la secta, hasta que su rendimiento en el trabajo empiece a descender. Cortara sus lazos profesionales, y a menudo de amistades e incluso familiares.
Esto facilitará que sea despedida, o que sea ella misma la que renuncie en una creencia de que ha de cambiar drástica y radicalmente de vida, apoyándose en el dinero fruto de años en los que ha estado trabajando y ahorrando.
Por lo que esos ahorros actuarán como una especie de reloj que le permitirá postergar la realidad. Llegado el momento, cuando vea que se queda sin dinero y que en cuanto no tiene dinero, el maravilloso grupo cohesionado, amoroso y consciente se desentiende de ella o de el, ahí, justo en ese momento, se abrirá una ventana de oportunidad.
Si quieres ayudar a alguien que está metido en una secta, en esos momentos, se un apoyo para lo básico: ayudar a encontrar trabajo, echar un cable con lo que sea necesario, eventualmente una ayuda económica a las cosas básicas, pero no dinero para ser usado en más sectarismo.
Aunque suene paradójico, lo que yo haría si mi mejor amigo cayese ahora en una secta es decirle abiertamente que se confunde, pero que yo le quiero y le aprecio aunque se confunda y que seguiré estando disponible para quedar con él, hacer planes y pasarlo bien aunque esté metido hasta las orejas en la secta.
Y si se comenzase a dar cuenta y salir, no meterme con él y decirle: “ves, te lo, dije” sino, estar ahí y entender que todos tenemos momentos en los que estamos muy vulnerables y que en esos momentos si no tenemos mucha fortaleza todos podemos caer.
Hay mucha belleza en una vida gastada en vivir, en cambiar a mejor, en conocerse a uno mismo y a los demás, en evolucionar, en tratar de provocar cambios positivos, en ser crítico y buscar la verdad de las cosas externas y de las cuestiones internas, de ser coherente aunque uno se de cuenta a menudo de sus puntos ciegos , de dejar atrás estrategias disfuncionales y obsoletas.
Mucha es la belleza que se encuentra en la mismísima vida que vivimos cada día, la vida del día a día.
Espero y deseo que aquellos seres queridos que han caído en una secta encuentren en vosotros a alguien de quien apoyarse para volver a ponerse sobre sus propios pies.
saludos y buen caminar te deseo.
Marko Karlo Vlahovič.
AQUI TIENES TODA SU EXPERIENCIA.
MI-EXPERIENCIA-CON-LA-COMUNIDAD-OSHO.pdf (1966034)